jueves, 28 de mayo de 2009

LA TRISTE REALIDAD DE LA VIDA

Armero puede ser un recuerdo...doloroso, hiriente, punzante...
Entre el pavor, la tristeza,la desesperanza y la alegría nos hemos movido en estos 20 años tras la explosión del volcán Arenas del Nevado del Ruiz y la devastación que produjo el enorme aumento del caudal del río Lagunillas que sepultó a la otrora próspera región agrícola del Tolima y dejó una estela de dolor y sufrimiento en Chinchiná, Caldas...
¿23 mil muertos?
¿25 mil muertos?
Puede ser...
A las 11 y 45 minutos de la noche del miércoles 13 de noviembre, apenas 8 días después del holocausto del Palacio de Justicia en Bogotá alguien grita en Armero : " Se vino el río Lagunillas...se vino..."
Los expertos, los aficionados, los sacerdotes, los campesinos sabían que en cualquier momento el cráter Arenas haría explosión...pero pensaban que Manizales sería la más afectada.O tal vez la única. Nunca imaginaron que Armero se convertiría en minutos en una playa de lodo y muerte.

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